Nuestra historia

En el corazón de Ecuador, había una familia —Ivo, Lu y el pequeño Saky— que se atrevió a soñar más allá de los límites de la vida en la ciudad. Dejaron atrás el ajetreo y el bullicio de la existencia urbana, impulsados por una visión que brillaba como una estrella distante: recuperar un pedazo de la selva y crear un santuario mágico donde la naturaleza misma sería la protagonista.

El año era 2016 cuando su aventura realmente comenzó. Con corazones llenos de esperanza, encontraron una reserva impresionante, un lugar donde los susurros del bosque hablaban de posibilidades aún no contadas. Era un lugar que parecía el destino, como si hubiera estado esperándolos todo el tiempo. Sin embargo, su viaje apenas estaba comenzando.

La creación de Kuyana Amazon Lodge

Durante meses, trabajaron incansablemente, dando forma a la tierra con sus manos y corazones. Fue una labor de amor, paciencia y esfuerzo, pero finalmente, a finales de 2017, la primera parte de su visión se hizo realidad. Se trazaron caminos a través de la naturaleza salvaje, se instalaron los servicios básicos y, como por arte de magia, surgieron cinco hermosas habitaciones, cada una más encantadora que la anterior.

Y así, en septiembre de 2017, Kuyana Amazon Lodge recibió a sus primeros huéspedes. Desde ese momento, el Lodge se convirtió en algo más que un lugar; se convirtió en una historia compartida entre la naturaleza y aquellos que venían a experimentar sus maravillas. Con cada amanecer y atardecer, la familia fue testigo de cómo, a través del amor y el respeto, la naturaleza les permitió abrir su sueño al mundo.

Hoy en día, la familia Kuyana ha crecido. Cada persona que se une a este viaje añade su propio capítulo a la historia, tocando los corazones de cada visitante que pone un pie en este paraíso. Su dedicación, compromiso y calidez superan las expectativas, creando un hogar lejos del hogar, donde los huéspedes no solo se alojan, sino que se convierten en parte del relato de Kuyana, una historia que continúa desarrollándose con cada nueva alma que recorre sus caminos.